Hace ya algunos años las marcas comenzaron a enfrentarse con el problema de la diversificación del mercado, cada vez existen más jugadores que ofrecen productos o servicios poco diferenciados. Fue justo en ese momento en el que surgió el concepto de branding emocional, ya que, principalmente las marcas de lujo o las más grandes, debían encontrar una manera de justificar su calidad y precio dando razones emocionales para así atraer a los consumidores.
Este mes parte del equipo de Brandia viajamos a España para realizar la primera etapa de investigación de un nuevo proyecto del que aún no les podemos contar mucho, la única pista que les podemos dar es que estuvimos en Ribera del Duero y la Rioja.
Empecemos por definir branding. En palabras de James Heaton, Presidente y Director Creativo de Troving Group:
“Branding es la estrategia que define las características, valores y atributos de una marca, lo que es y lo que no es. Una marca no dice ‘cómprame’, dice ‘esto es lo que soy, por esto existo, y si estás de acuerdo, si te gusto, me puedes comprar, apoyarme, y recomendarme con tus amigos’”.
Al momento de redactar contenidos para las comunicaciones de marca existen aspectos considerables para darles voz: qué escribir y cómo hacerlo. En esta ocasión, les queremos compartir la estructura que soleemos utilizar para escribir contenidos en medios típicos que permiten más de 140 caracteres de texto.
Se cree que un proceso de branding es fácil y rápido, y tal vez la razón fundamental es porque muchas veces la personas confunden una marca con un logotipo y/o diseño, tema sobre el cual profundizamos hace algunos meses en nuestro blog: https://brandia.com.mx/la-diferencia-entre-logo-y-marca/
Recientemente parte del equipo de Brandia tuvo la oportunidad de estar en Nueva York, una de las ciudades con más variedad en todos los aspectos: culturales, sociales, gastronómicos, de entretenimiento y por supuesto artísticos.
En un mercado tan competido como el que existe actualmente, las empresas deben optar por encontrar la forma de diferenciarse del resto. Uno de los recursos que más se utilizan para llamar la atención, crear un concepto de marca y vender, son los eslóganes; frases cortas que intentan englobar y mostrar a su público la esencia de su marca.
Muchas veces, los proyectos de branding requieren la creación de un nombre de marca. Este proceso creativo, comúnmente se le conoce como naming y es fundamental pues el nombre que se elija será una pieza clave y uno de los elementos principales de la marca.
Como ya lo saben, en Brandia, siempre que hablamos de una marca tocaremos la importancia de las 4 ces: claridad, coherencia, consistencia y capital. Para lograrlas no sólo se necesita una identidad gráfica si no también de una identidad verbal, la cuál las marcas dejan como segunda prioridad. La identidad verbal es una gran herramienta que deben aprovechar para transmitir sus mensajes, encontrando una forma propia de expresarse en el mercado, comunicando su personalidad, plataforma de marca y propuesta de valor.
Una marca es como un iceberg; el logotipo es una pequeña punta que nos permite observar su existencia pero debajo de él, existe una masa enorme y potente que sustenta todo lo que vemos. Esta masa va desde la propuesta de valor, hasta la formas, los colores y la tipografía.
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