Cómo escribir contenidos que salten de la hoja
Foto por @oscar_ro.
Al momento de redactar contenidos para las comunicaciones de marca existen aspectos considerables para darles voz: qué escribir y cómo hacerlo. En esta ocasión, les queremos compartir la estructura que soleemos utilizar para escribir contenidos en medios típicos que permiten más de 140 caracteres de texto.
Escribir textos contundentes y convincentes no es nada fuera de este mundo, pero sí obedece a cuatro siglas fáciles de recordar y aplicar: (A)tención, (I)nterés, (D)eseo, y (A)cción.
Atención: paso clave al momento de crear textos es captar la atención del lector para que este quiera continuar leyendo la pieza de comunicación. Con este fin es necesario conocer al público objetivo a quién va dirigida. Este primer aspecto tiene todo que ver con entender la psicología del consumidor; preguntas esenciales a considerar son: ¿Para quién está dirigido este mensaje? ¿Cuáles son sus necesidades y prioridades? ¿Qué les preocupa? ¿Qué requieren por encima de todo? Para llamar la atención se suele partir con un encabezado que comunique claramente una situación o necesidad que seguramente tiene el consumidor.
Interés: generar el interés del lector es un proceso aún más profundo que el paso anterior. Los lectores seguramente te dedicarán milésimas de segundos por lo cual es fundamental mantenernos enfocados en sus necesidades y aún no en los beneficios de tu producto. Recomendamos utilizar frases memorables y cortas que generalmente funcionan mejor que las largas; de la misma forma, la repetición, rimas y sonoridad de las palabras utilizadas ayudan al momento de mantener el interés del lector.
Deseo: acto seguido es convencer al lector de que quiere y desea tu producto o servicio para satisfacer sus necesidades. Este suele ser el momento en el que se intentan vincular los atributos del producto con el contenido. Si el producto que se está ofreciendo cuenta con los mínimos requerimientos para ser relevante, seguramente contará con características y beneficios, tanto racionales como emocionales, que serán parte fundamental en la toma de decisión del consumidor.
Acción: por último es importante tener muy claro qué acción deseas que tomen tus lectores; por ejemplo, «Visita www.brandia.com.mx para obtener más información» en lugar de dejar los problemas del consumidor sin resolver. Si no contamos con una acción específica lo único que habremos logrado es entretener durante unos minutos al lector pero probablemente no tendrá claro lo que queremos que haga específicamente.
Les aseguramos que basados en la estructura AIDA, su marca cobrará una voz clara, coherente y consistente.