Cuando hablamos de marcas solemos utilizar adjetivos como: divertida, cercana, de calidad, innovadora; pero pocas veces mencionamos a la empatía como una característica importante. Sin duda, creemos que este rasgo debe de comenzar a ser tema de conversación en el mundo del branding. Incluso debería convertirse en uno de los pilares clave en la concepción y el diseño de cualquier marca.
Si bien, es imposible vivir por completo las experiencias de otra persona, es posible tener cierta noción de sus emociones, frustraciones y expectativas. IDEO la define como “un profundo conocimiento de los problemas y realidades de las personas para las que diseñamos”. Al final, la empatía es una forma de crear una conexión auténtica con los consumidores que nos ayuda a apreciar y comprender las necesidades, contextos e interacciones de las personas.
Al convertirse este en el primer paso en todo proceso de diseño, nuestros productos y servicios estarán alineados con las metas de los consumidores. ¿Cómo es la vida diaria de nuestros clientes?, ¿cómo podemos facilitar su vida a través del diseño?
Elegimos las marcas que utilizamos porque algo de lo que dicen resuena en nosotros. Usamos lo que usamos porque nos hace felices.
Este tipo de acercamiento se ha convertido en popular en las últimas décadas. Consiste en construir una profunda empatía con nuestros usuarios para dar una solución innovadora. Poner al usuario al centro de cualquier esfuerzo podría parecer obvio. Sin embargo, es sorprendente cómo en los procesos de diseño suele ser dejado de lado, como si se disolviera en el día a día.
También, es bastante común escuchar que la tarea del branding es hacer que los productos se vean bonitos. Elementos como colores, tipografía, gráficos, estilo fotográfico, entre otros, son una parte clave. Pero sin la empatía y el entendimiento del consumidor, es imposible que las marcas trasciendan.