El objetivo principal de este rebranding era actualizar la imagen de Mordisko, ya que no se había renovado en muchos años y comenzaba a volverse una marca predecible y sin sorpresas. Su personalidad es divertida, disruptiva y dinámica, por lo que desarrollamos una identidad que evoca estos conceptos, en especial para la generación Z. 

El logotipo generado retoma la imagen juguetona de una boca dentro de la primera “o”. Esta se combinó con una tipografía bold donde las letras bailan y se escapan del aburrimiento de una línea base uniforme, haciéndolo un logo fresco y alegre. 

Para los empaques, se desarrolló una paleta cromática más brillante y llamativa para que resalten dentro de los refrigeradores, integrando con las distintas tonalidades ondas que impactan a nuestro consumidor y a su vez resaltando la mezcla de texturas y sabores que tanto representan a la marca. 

Dentro del nuevo territorio visual se propuso el uso de stickers para tener un lenguaje más contemporáneo y lúdico, usando distintos símbolos que nos llevan a lo positivo y al disfrute. Los recursos fotográficos retoman la paleta deslumbrante y muestran a consumidores más jóvenes deleitándose con la experiencia de esta marca tan animada.

Nos encanta trabajar en colaboración con grandes creativos en proyectos tan relevantes como este.