La marca se encontraba con una falta de claridad en sus mensajes y comunicaciones visuales, por lo que fue clave desarrollar una estrategia que alineara lo estético con los conceptos de confianza, innovación, originalidad y cercanía para mejorar el reconocimiento de marca y expresar de manera contundente su tono y personalidad.

Tomando en cuenta la necesidad de permanecer actuales y contemporáneos, rediseñamos el logotipo dándole un estilo amigable, limpio y atemporal que evoca los valores estratégicos y conecta de manera directa con una diversidad de públicos, priorizando su frescura y simpleza.  

Para el territorio visual, mantuvimos una paleta reducida donde el rojo se vuelve lo más representativo de la marca. Retomamos recursos como los exámenes visuales que se realizan a partir de la lectura de letras arbitrarias, escondiendo mensajes dentro de ellas y elaboramos un sistema iconográfico ilustrativo que hace a la marca más cercana y atractiva para segmentos más jóvenes. Unificamos el estilo fotográfico al igual que el uso de tipografías para asegurar un sistema congruente y memorable.