En el inmenso mundo del diseño, el cambio es la única constante. Mientras avanzamos hacia una era cada vez más digital, las marcas están buscando nuevas formas de destacar en un mercado saturado y en continua evolución. En el corazón de todo esto se encuentra la inteligencia artificial, un elemento disruptivo que está transformando radicalmente la manera en la que diseñamos y creamos marcas.
Actualmente, las marcas exploran nuevos caminos para interactuar con su audiencia, pues las técnicas tradicionales ya no son suficientes para diferenciarse y construir vínculos inolvidables. Aquí es donde entra la inteligencia artificial: gracias a los avances en esta tecnología, como la creación de imágenes y el aprendizaje automático, las marcas ahora pueden crear experiencias personalizadas y en tiempo real que se adaptan a las necesidades y gustos individuales de cada consumidor.
Por ejemplo, Stradivarius fue la primera marca en sacar una colección y una campaña reinventadas gracias a la inteligencia artificial, usando imágenes y modelos completamente ficticios. También, Burger King despidió a su Community Manager (la persona encargada de construir y gestionar la comunidad digital de las marcas) para reemplazarlo completamente con un modelo de inteligencia artificial llamado “Artificial Community”.
Aunque la inteligencia artificial está desempeñando un papel cada vez más importante en el branding, es importante destacar que no reemplaza la creatividad humana, sino que la potencia. No debemos depender completamente de esta innovación, y mucho menos delegarle todo el trabajo. La combinación de la intuición y la imaginación humanas con el poder de la tecnología puede llevar el diseño y la creación de marcas a nuevos horizontes nunca antes explorados.