Coherencia
Predicar con el ejemplo
Hace un par de semanas compartimos nuestra opinión en torno a ser claros con la propuesta de valor de una marca. En conclusión, para lograrlo, la marca debe expresar con absoluta claridad lo que ofrece –para quién es, por qué es relevante y cómo atiende a las necesidades de sus clientes.
El día de hoy hablaremos de coherencia, ya que el salto realmente grande suele ser cuando a la marca le toca cumplir lo que ofrece. Ya no es tema de “qués”, sino de “cómos” y éstos suelen definirse como los valores de la marca.
Los valores o atributos de la marca sirven para definir comportamientos y fungen como base para calificar iniciativas y realizar actividades. En la manera en que la marca relate y viva sus valores, más creíble será frente a su consumidor. Hoy más que nunca las marcas están siendo juzgadas no solamente por la calidad de producto y el precio al que se venden, sino también por la manera en que se comportan y cumplen su promesa.
Un gran ejemplo para ilustrar la coherencia de la marca es cuando hablamos de una empresa de calzado TOMS. En poco tiempo, esta compañía ha creado una de las marcas más reconocidas a nivel mundial con base en su propuesta de valor: One for one, es decir, uno por uno. Ellos tienen una misión sumamente clara: Nuestro negocio es ayudar a mejorar vidas. Con cada producto TOMS que compres, nos comprometemos a ayudar a alguien que necesita ayuda. One for One.
TOMS predica con el ejemplo. Son indiscutiblemente coherentes en su comportamiento y resulta que hacer el bien también es buen negocio. Según su página en internet, desde el 2006 TOMS ha donado más de 60 millones de pares de alpargatas en 70 países. Por cierto, en promedio, un par de TOMS cuesta $65 dólares. Si haces las cuentas, es evidente que ser coherente en tus acciones y comportamientos es buen negocio.
Sin duda la claridad y la coherencia van de la mano, así que es importante ser claro en la forma de comunicarte y coherente en la forma en la que actúas. De esta forma, se justifican tus acciones y tu público te entiende. Cuando las marcas son claras y coherentes, tienen mucha mayor probabilidad de mantener clientes contentos y por ende leales hacia su marca, lo que se convierte en ventas para la empresa.
Pero el trabajo de una marca, no queda ahí. En algunas semanas ahondaremos en el tema de la consistencia; la tercera, pero no menos importante C, en el manejo de una marca.