Marcas mexicanas que conquistaron el mundo: el poder del branding hecho en México
Cuando pensamos en marcas globales solemos mirar hacia Estados Unidos, Europa o Asia. Sin embargo, México ha sabido colocar nombres propios en la conversación internacional. Desde cervezas que evocan playa y libertad, hasta pan que alimenta millones de hogares en todos los continentes, el secreto detrás de su éxito es claro: un branding bien contado puede cruzar fronteras sin perder esencia.

Mordisko: el helado que despierta diversión
Dentro del mundo de los snacks, el sandwich helado Mordisko (de Holanda) se ha convertido en un fenómeno que trasciende generaciones. Su nuevo branding juega con la emoción de la juventud y la indulgencia. Hoy se distribuye en varios países de Latinoamérica y es un claro ejemplo de cómo un producto sencillo puede volverse icónico gracias a un posicionamiento emocional muy poderoso.
Claves de su branding: frescura + placer inmediato.


Siete Machos: tradición y carácter popular
Entre las marcas mexicanas con más historia está Siete Machos, sus productos se han convertido en un símbolo de identidad popular y cultural. Su nombre y estética transmiten fuerza, autenticidad y arraigo. A pesar de no pertenecer al rubro de alimentos o bebidas, su branding ha logrado mantenerla viva durante generaciones, siendo reconocida no solo en México, sino también en comunidades mexicanas en el extranjero.
Claves de su branding: identidad popular + permanencia cultural.


Corona: México embotellado
Corona es más que una cerveza: es un símbolo de vacaciones, frescura y autenticidad. Su comunicación ha sabido construir un imaginario en el que México se asocia con playas doradas, atardeceres infinitos y momentos de celebración. Hoy está presente en más de 180 países y se mantiene como la marca mexicana más valiosa del mundo.
Claves de su branding: identidad cultural + estilo de vida aspiracional.

Bimbo: la confianza que da la vuelta al mundo
El osito Bimbo es probablemente uno de los personajes más reconocibles en el mundo de la panificación. Pero más allá de la ternura, el éxito de Bimbo radica en transmitir confianza, calidad y cercanía. Con operaciones en más de 30 países, se ha convertido en la panificadora más grande del planeta.
Claves de su branding: cercanía + consistencia global.


José Cuervo: el tequila como embajador
Si el tequila es un orgullo nacional, José Cuervo es su carta de presentación global. Más de 85 países disfrutan de esta bebida que ha sabido contar la historia de tradición, familia y cultura mexicana. Su branding mezcla herencia con modernidad, lo que lo convierte en sinónimo de autenticidad.
Claves de su branding: tradición + orgullo nacional.

OXXO y Cemex: el branding más allá del consumo masivo
No todo se trata de bebidas o alimentos. OXXO ha convertido la conveniencia en un modelo de negocio replicable, extendiéndose fuera de México. Y en otra escala, Cemex es un ejemplo de branding B2B sólido: un gigante de la construcción reconocido en todo el mundo por innovación y confianza.
Claves de su branding: utilidad + reputación empresarial.

El branding mexicano demuestra que la autenticidad vende. Cuando una marca logra capturar lo mejor de su cultura y convertirlo en un relato universal, se vuelve imparable. Hoy, desde una cerveza bajo el sol hasta una loción con carácter y un helado que despierta diversión, México se proyecta al mundo no solo con productos, sino con historias que conectan, emocionan y trascienden. En Brandia nos encanta trabajar con marcas 100% mexicanas. ¡Viva México!