La identidad de las marcas sigue evolucionando, hoy en día va más allá de sólo tener un buen logotipo.

El empaque, en el diseño de una marca, termina siendo esencial: la representa tanto en funciones estructurales como de comunicación. En este artículo hablaremos un poco más acerca de la evolución del packaging y la importancia que tiene dentro de las marcas y la sociedad.

¿Cómo surge el packaging?

El packaging nace con la función de proteger un producto, comenzó hace 3.500 años en Egipto con la utilización del vidrio como contenedor y fue evolucionando hasta que en la década de 1890, Nabisco creó el primer producto de consumo masivo dentro de una caja de cartón.

Los envases fueron evolucionando y los estilos de vida de los consumidores marcaron estos cambios. Por ejemplo, la entrada del plástico y su explotación ha dejado una huella ambiental gigante, por lo que usarlo en el empaque puede afectar la decisión de compra de muchos consumidores, ya que la sustentabilidad se está convirtiendo en un valor asumido y no un diferenciador.

¿Cuál es su función?

Un buen diseño de empaque debe tener dos funciones principales: las estructurales y las de comunicación. Las estructurales buscan innovar desde la forma del producto, un ejemplo icónico de esto es el de Coca Cola, ya que su botella se convirtió en un aspecto único que con tan sólo ver la forma, se sabe de qué marca se trata.

Las funciones de comunicación deben complementar lo estructural para hablar de los aspectos más relevantes y distintivos de las marcas y así ser aún más explícitos acerca de los usos del producto y de la experiencia para el consumidor.

¿Cómo el packaging forma parte del diseño de marcas?

El empaque debe ir alineado con la identidad de marca y en el proceso de branding nos encargamos de encontrar que lo visual se alinee con el concepto general de la marca: su personalidad, tono de voz y razón de ser.

El packaging de un producto debe ser práctico y a la vez atractivo, buscando siempre una diferenciación clara frente a la competencia para destacar al máximo.

En Brandia, cuando diseñamos una etiqueta o empaque cuidamos que la parte funcional tenga un equilibrio con el diseño e identidad general de la marca. Que se entienda lo que ofrece el producto en sí, que sea informativo y a su vez destaque. A continuación ejemplificamos estos aspectos con algunos casos…

En el caso de Undershower teníamos el reto de entrar a una industria de cuidado personal, a través de un jabón para ropa íntima que rompe los tabúes alrededor de esta costumbre, lo que nos llevó a este resultado de un empaque minimalista y a la vez confiable.

Con Cinco by Lamex teníamos que comunicar la calidad sublime de las baterías, pero a su vez protegerlas, por lo que se llegó a un diseño funcional que logra enaltecer la experiencia del desempaque o unboxing como popularmente se le conoce.

En el caso de Serie by La Europea, era esencial comunicar la selección extraordinaria de vinos con los que cuenta la marca, nos inspiramos en los paisajes de origen de este producto exquisito, creando abstracciones de colores y texturas únicas en cada etiqueta. 

En resumen, el empaque va más allá de lo meramente visual, debe conectar de manera emocional con el consumidor, lo debe atraer a primera vista y a la vez facilitar el uso del producto. 

No hay que olvidar que se deben tomar en cuenta las tendencias y la evolución que sigue habiendo en el mundo del packaging, por ejemplo: hoy se está viendo la digitalización de nuestra experiencia con el empaque con códigos QR y realidad aumentada. 

Nuestra responsabilidad es proporcionar una experiencia única, respetando siempre la esencia de la marca… y tú, ¿ya te habías puesto a pensar en las ventajas de contar con un buen diseño de empaque?